Mi análisis original sobre este post no era escribir sobre Moda. Hace
unas semanas se recordaba el primer
aniversario de la muerte de Gustavo Cerati, músico que realmente nunca me gusto
demasiado, pero lo respeto por su aporte e influencia, pero ese mismo día también
se recordó a Joan Rivers, un ser a quien en su momento no me interesó conocer,
hasta que leí un poco más sobre ella.
La Sra. Rivers conducía un programa de televisión estadounidense llamado
Fashion Police que rajaba de las vestimentas de las celebridades en las diferentes
alfombras rojas de Hollywood (Premios Oscar de La Academia, Premios Grammy,
Premios Globo de Oro, etc). Siempre pensé que nadie tiene la autoridad
suficiente para criticar la forma de vestir de otro, por eso nunca vi ese
programa, aunque nunca me pierdo la premiación del Oscar, sin importarme como
visten sus protagonistas.
Siempre me consideré ajeno a la moda. Por mi forma de ser me era
relativamente fácil hacerlo, incluso por mis gustos que muchos consideran
“especiales” (diferentes, extraños u otro adjetivo como contradictorio), pero
fueron mis preferencias musicales lo que empujó al resto. Si me considero
inmune a las influencias melódicas, entonces también puedo mantenerme en mis
gustos al vestir.

La Moda es contradictoria ya que al promover una tendencia en la forma
de vestir fomentará que muchas personas adopten estas preferencias y
desembocará necesariamente en su
fracaso. Una Moda largamente aceptada pierde su atractivo al dejar de ser un
elemento diferenciador.
Y ahora si la explicación del porqué cité a Joan Rivers. A pesar de todo
lo mencionado, quise averiguar un poco
más ella y descubrí la forma hilarante con que abordaba su vejez, cosa que
espero llegado el momento también poder hacer. Tenía unas frases célebres que
vale la pena mencionar:
"Sabes que has entrado en la madurez cuando
quien te previene de que disminuyas la velocidad es tu doctor... y no la
policía".
“Tengo que admitir que me da miedo tener Alzheimer,
una vez que lo tenga podría decir mi mejor chiste y nunca saberlo”.

“Mi cuerpo es
mi templo y mi templo necesita una re decoración".
Como mencioné, esta señora dirigió un
programa sobre farándula, pero a pesar que tuvo una forma de ganarse la vida
que no me interesó, si tuvo algo interesante en sus vivencias para poder acuñar
esas frases inmortales. Para terminar,
mencionaré otra frase suya con la que puedo discrepar, pero igual me parece
graciosa: “El
estilo es como el herpes: lo tienes o no lo tienes”.
Nos vemos.