miércoles, 23 de marzo de 2022

El Baile

 

Una vez un pata que recién conocía, al conversar con sobre música me dijo que yo era un melómano. Cómo no entendía bien el significado de éste adjetivo, no supe si me había insultado o no, así que lo busqué en el Diccionario de la Real Academia Española y dice a la letra: “Fanático de la música”. Bueno, creo que no se equivocó, me gusta tanto que le presto toda mi atención cuando la escucho, mis cinco sentidos, que bailarla sería una ofensa.

Cómo dije anteriormente, la música transmite emociones, mensajes que muchas veces requieren toda nuestra atención para entenderla, y si la bailas, estas más concentrado en cómo te mueves que en sentirla. Aunque existe música que no transmite nada, es vacía, como los géneros cumbiamberos, hechos solamente para ser bailados. Salvo raras excepciones, éstos presentan muchas fallas, melodías estiradas, errores en los tiempos, por lo tanto no tienen nada bueno que ofrecer. Géneros destinados a desaparecer, ser desplazados por algún otro ritmo que las radios pachangueras impongan al público que es fácil de convencer.

Entiendo que en muchas culturas, los orígenes de los bailes representan alguna actividad cotidiana de los pobladores, como las cosechas, esquilas de animales, el riego, la trilla, etc. Definitivamente, algunos de ellos son expresiones culturales, y como tal, las respeto, pero también pueden expresarse en la pintura, cerámica, la música, etc., expresiones más comprensibles para mí.

Aún no entiendo como alguien al escuchar una canción puede moverse y no quedarse quieto escuchando.  Alguna vez, una amiga en una reunión, al escuchar un merengue y notar que me quedé  quieto, me preguntó “si no se me movía el cuerpo”. Le dije que no sabía de lo que estaba hablando y se sorprendió. Trato de explicarme que al escuchar una canción “movida”, el movimiento del cuerpo era algo “natural”, pero al ver mi cara de asombro, creo que entendió. Hasta ahora no se qué quiso decirme. 

Mucho creerán que he escuchado poca música, o aún no escucho la adecuada, pero no es así. Creo escuchar muchos géneros. Mi colección de música en mi PC es de 24000  canciones, y va en aumento. Siempre escucho radios de internet, me gustan porque puedo ver los títulos de las canciones e intérpretes, y cuando escucho algo que me llama la atención, la bajo inmediatamente, y empiezo a explorar la discografía del autor.

Bueno, espero que entiendan porque no bailo, y aparte de lo que ya mencioné, recuerdo que de niño me invitaron a una fiesta infantil, era de un vecino y fui curioso, estaba comiendo canchita con gelatina, cuando el papá del niño colocó a varios niños al centro de la sala para que bailen. Yo lo miré extrañado, y me agarró también. Me puse a llorar y me fui a casa.

Cuando era adolecente, me invitaron a un “quinceañero”. Era la primera vez que iba a una fiesta y fui entusiasmado. Me aburrí mucho. Estuve parado afuera de la casa todo el tiempo viendo a todos bailar. Entonces me pareció una buena idea aprender a bailar, aunque iba contra todos mis principios, pero lo hacía por ser socialmente aceptado. Uno de los asistentes, quien también era de mi grupo scout se ofreció a enseñarme a bailar. Fui a la hora acordada para la primera clase pero él nunca apareció, luego se disculpo diciéndome que olvido la clase. Creo que mi vida hubiera cambiado y mi percepción de la música nunca hubiera sido la misma, así que agradezco el olvido del pata. Creo que me hubiese sentido hipócrita conmigo mismo si bailaba. Era un adolecente y ser aceptado era muy importante entonces, pero ahora no, eso ya no me importa.

Moriré sin bailar y soy feliz, vivo la música cuando la escucho o toco mi batería, la siento en mis venas.

Es tiempo de una anécdota: un amigo mío, coleccionista de discos de Isao Tomita, reunió a varios patas en su casa y nos hizo escuchar un track de un disco del famoso tecladista japonés. Apagó las luces y nos pidió no hacer ruido. Tomita hace New Age music, así que solamente es instrumental.

Escuchamos con atención. Al terminar, el anfitrión encendió las luces y nos pidió expresar que habíamos pensado mientras escuchábamos. Todos coincidimos en imaginar un paisaje del viejo oeste americano, un vaquero en un pueblo solitario y una bola de paja pasar a su lado. Nos sorprendió entender que fue unánime la interpretación. Tomita dice transmitir imágenes tetradimensionales en sus discos y le creo. Otra razón más para prestarle toda mi atención a la música. ¿Si hubiéramos bailado este tema, habríamos entendido el mensaje?

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